Descripción
Es la habilidad para reflexionar y manipular la sílaba de una palabra. Por ejemplo, en esta parte podemos ver cuántas sílabas tiene una palabra y cómo dos palabras muy similares se diferencian sólo por una sílaba.
Trabajar la conciencia silábica permite que los niños y niñas entiendan la relación entre los sonidos que forman una palabra y sus letras. También resulta un ejercicio muy útil para comprender la relación entre las vocales y las consonantes a la hora de formar palabras. Es por ello, que al empezar a leer, su mayor reto es saber pronunciar correctamente la unión entre vocales y consonantes y lo hacen yendo sílaba a sílaba.
Principalmente hay tres formas de trabajar la concienciación silábica:
Segmentación silábica: consiste en que el niño sea capaz de separar la palabra en sílabas y que luego pueda contar cuántas sílabas tiene. En general, este ejercicio se empieza a practicar con palabras de dos y tres sílabas. Por ejemplo, se puede aplaudir por cada sílaba de la palabra. Si lo realizamos con la palabra gato, aplaudiremos diciendo GA-TO, y preguntaremos al peque cuántas sílabas hay.
Reconocimiento silábico: el objetivo es que el niño sea capaz de identificar la sílaba inicial, la final y la del medio. Para comenzar a practicar, se suele empezar con el reconocimiento de la sílaba inicial. Por ejemplo, preguntarle al niño o niña «¿cuál es la primera sílaba de zapato?».
Manipulación silábica: la finalidad es adquirir la habilidad de poder agregar, quitar o juntar sílabas para formar nuevas palabras. Por ejemplo: «Si a la palabra «pelota» le quito la última sílaba, ¿qué palabra me queda? PELO».
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